Resulta difícil expresar lo importante que es que una persona que tiene capacidad auditiva normal entienda cómo debe comunicarse con nosotros.
Es habitual que las personas con capacidad auditiva normal se frustren cuando alguien con pérdida auditiva no les oye. Sin embargo, debemos ser conscientes de que la frustración y la dificultad son recíprocas. La mejor forma de hacerlo es con mucha paciencia.