Los audífonos retroauriculares son las mejores ayudas para los niños pequeños. En función de la pérdida auditiva del bebé, puede ser conveniente modificar el estilo de audífono cuando el niño se convierte en adolescente.
Los audífonos no son una cura para la pérdida auditiva. Si su hijo presenta una pérdida auditiva y la pérdida auditiva no se puede mejorar mediante cirugía, se recomienda el uso de audífonos. Si está recomendado el uso de audífonos, su hijo querrá llevarlos para el resto de su vida, ya que obtendrá numerosos beneficios y le ayudarán en el desarrollo de la audición, habla y lenguaje, y a disfrutar de otros sonidos importantes del mundo.
Si desea que su hijo desarrolle el habla y el lenguaje, deberá exponerlo de forma continua a los sonidos. El bebé deberá llevar los audífonos desde que se levante hasta que se acueste por la noche. Algunos bebés prefieren llevarlos hasta durante la siesta.
Existen muchas técnicas que pueden ayudarle a mantenerlos en su sitio y a evitar que se pierdan Entre ellas: las cintas hipoalergénicas de dos caras, los audífonos con sistemas de sujeción y las pinzas de animalitos. Si su bebé se quita los audífonos, vuelva a colocarlos con firmeza en sus oídos. Si se enfada, espere unos minutos antes de volver a intentarlo. El objetivo es que oiga y aprenda nuevos sonidos con los audífonos. Si los audífonos se ajustan bien, la mayoría de los niños querrán llevarlos todo el día, ya que, de lo contrario, tendrán la sensación de que les falta algo. Si el niño se quita continuamente el audífono, es mejor comprobar con el audiólogo que no haya infección de oído ni pequeños problemas de adaptación.
Si el bebé se traga la pila del audífono de forma accidental, llame al hospital de forma inmediata.
Cuando los bebés son muy pequeños, el tamaño de sus oídos cambia muy rápido. Es posible que haya que cambiar los moldes cada mes o cada pocos meses. A medida que crezca el bebé, los moldes irán durando más. Los niños de más edad solo necesitarán cambiar los moldes del oído una vez al año aproximadamente.
Debe comprobar cada día si es necesario limpiar el molde. Los pasos básicos incluyen la extracción del molde del audífono y la limpieza y el secado del molde antes de volver a conectarlo al audífono. Deberá retirarse del audífono y limpiarse en profundidad cada semana o cada dos semanas. El audífono y el molde deberán limpiarse a diario. Es importante no mojar el audífono ya que puede dañarlo.
Esto es mejor que lo consulte a su audiólogo o pediatra. Cada país tiene leyes y procedimientos diferentes.
Es muy importante proporcionar una simulación de la audición lo antes posible. Su audiólogo está familiarizado con las funciones que un audífono debería tener para el tipo, el grado y la forma de la pérdida auditiva de su hijo. Su audiólogo podrá comentarle las opciones que satisfacen las necesidades de su hijo.
Si su hijo sufre una pérdida auditiva en ambos oídos, necesitará dos audífonos. Si sufre una pérdida auditiva en un solo oído, solo necesitará un audífono. La capacidad de oír desde ambos lados es importante para la localización, la audición a distancia y la audición con ruido del ambiente. La limitación del uso del audífono a un oído cuando la pérdida auditiva afecta a ambos limita la capacidad del niño de oír lo mejor posible. Asimismo, priva al cerebro de la estimulación que necesita para desarrollarse de forma adecuada.
La realimentación son los pitidos que producen los audífonos. Es posible que el molde sea muy pequeño o que el audífono no esté bien colocado en el oído. Es posible que la realimentación se produzca de forma ocasional cuando se abraza a un niño. Esto está provocado por “filtraciones” del sonido amplificado. Asimismo, puede estar provocada por la acumulación de cera en el conducto auditivo. También puede estar provocada por los objetos próximos al micrófono del audífono. Si tiene problemas con la realimentación, comuníqueselo a su audiólogo.
Los audífonos pueden ajustarse conectándolos a un ordenador. Se dice que se “programan” cuando se ajustan a la pérdida auditiva del niño.
Empiece por realizar una comprobación de audición diaria. Ponga los audífonos en los oídos del niño en cuanto se levante. Mantenga los audífonos en los oídos del niño durante todo el día. El objetivo es que el audífono se utilice durante todo el día. Puede resultar útil utilizar un calendario para registrar el uso diario del audífono y proporcionárselo a su audiólogo.
El hecho de conocer a otros padres con niños que sufren de pérdidas auditivas en su comunidad puede ser muy importante. Saben por lo que está pasando y le pueden proporcionar información de utilidad. Algunas comunidades disponen de organizaciones a las que se puede apuntar para establecer estas relaciones. Si está trabajando con un programa del estado para padres y niños o con los servicios de intervención precoz del estado, es posible que le puedan ayudar. En algunos casos, los profesionales que trabajan con su hijo podrán ayudarle a establecer estas relaciones. Asimismo, hay grupos de apoyo y recursos de información disponibles en Internet. Muchas organizaciones disponen de foros de discusión en Internet, chats, direcciones de correo y listas diseñados para padres, hermanos, etc.