Los oídos son la puerta de entrada al cerebro

Estamos acostumbrados a pensar que oímos con nuestros oídos, pero de hecho, oímos con nuestro cerebro.1 El oído es la estructura que captura el sonido sin procesar del entorno y lo dirige al cerebro, donde se procesa y se le da sentido a esta información auditiva. Como tal, nuestros oídos se pueden considerar "puertas de entrada" al cerebro, donde se produce realmente la audición.

Los niños que padecen pérdida auditiva tienen un problema con estas "puertas de entrada". Cualquier tipo de deficiencia, ya sea leve o profunda, unilateral o bilateral, significa que el sonido no puede atravesar la puerta de entrada del oído y llegar al cerebro como debiera.

Cómo llega el sonido al cerebro: los oídos

Los oídos del niño son únicos. Incluso entre ambos oídos, hay diferencias en forma y tamaño. El oído se divide en tres partes principales: el oído externo, el oído medio y el oído interno.

El sonido es capturado por el oído externo y baja por el conducto auditivo hasta el tímpano, provocando que este vibre. Las vibraciones se transmiten a los huesecillos del oído medio, que aumenta la intensidad de los sonidos antes de que alcancen el oído interno. En el oído interno, pequeñas células ciliadas se mueven y liberan sustancias químicas que indican al nervio auditivo que envíe una señal eléctrica al cerebro. Cuando esta señal eléctrica llega al cerebro, se traduce en sonido con significado.

Anatomía del oído

El lugar en el que los sonidos cobran sentido: el cerebro

Durante los primeros años de vida, el desarrollo del cerebro es rápido y complejo, y cada nueva experiencia que el niño recibe a través de los sentidos crea nuevas conexiones y rutas neuronales. La repetición es crucial para fortalecer estas rutas y, en el caso de la audición, repetir palabras y sonidos ayuda a que el cerebro del niño se desarrolle.

En el caso de niños con pérdida auditiva, los sonidos no llegan al cerebro como debieran, por ello es importante tomar medidas destinadas a combatir esta deficiencia desde una temprana edad. El propósito de la tecnología presentada por dispositivos como los audífonos y los micrófonos inalámbricos, es suministrar correctamente al cerebro la información auditiva abriendo estas puertas de entrada bloqueadas. De este modo, consideramos que las tecnologías auditivas son dispositivos de apertura de puertas.

Referencia

1 Flexer, Carol (2018). Los oídos son la puerta de entrada al cerebro. Phonak Insight, extraído de www.phonakpro.com/evidence, consultado el 19 de febrero de 2018.